Y aún parece que a algunos les parece exagerado. Quizás es porque no han sufrido en propias carnes o en las de sus mujeres (o sí, y no se lo cuentan, o no quieren oirlas, no lo sé), ni han sufrido en las carnes de sus hijos, el círculo vicioso de violencia obstétrica generado por un sistema medico, el Español, como el de muchos otros países, que chirría desde hace demasiado tiempo. Documentos TV ya lo denunció en 2006, como lo vienen denunciando a gritos otros menos «mediáticos». Y sin embargo, casi 6 años después la situación sigue exactamente igual, o peor.
Debe ser que la existencia de Asociaciones en defensa del Parto Respetado, los grupos de apoyo a las mujeres con cesáreas (innecesáreas en muchos casos), las mujeres informadas, el Instituto de la Mujer, la Organización Mundial de la Salud, y otros muchos colectivos femeninos y masculinos que en un amplio porcentaje han sido víctimas o testigos del trato irrespetuoso, vejatorio, ninguneado, infantilizado, e insultante que se le da a la mujer por el colectivo que mejor debería tratarla, el de la Ginecología no tienen razón de existir. Debe ser que la existencia de tod@s ell@s y sus quejas están vacías, no existen y son infundadas. Entonces preguntamos, ¿por qué existen? ¿por qué se indignan?
Porque es verdad que esa violencia no debería de existir. Pero existe y está presente cada día, y no podemos volverle más la cara porque tu vecina te está llamando a la puerta y te está diciendo, yo también fui maltratada por el sistema sanitario ginecológico, por sus protocolos, porque tú misma realizas que así no debía de haber sido, o simplemente porque tú o tu hija también seréis víctimas sin duda mañana o simplemente, algún día.
Lo que a algunos les parecen chistes a otr@s nos ha parecido la gota que colmaba el vaso, un vaso que lleva desbordando demasiado tiempo. Una chispa que ha encendido la llama de muchos corazones y que quiere encender la chispa de aquellas que se queman por dentro en silencio, en sus casas, aquellas a las que la sociedad dice que se callen porque tienen a su hijo en brazos, aquellas que sospechan que no fueron bien tratadas pero no osan decirlo, aquellas que sufren las consecuencias físicas en sus cuerpos mal heridos y maltratados, aquellas que sufren las consecuencias psíquicas en sus vidas privadas, aquellas de las que se rieron con sus observaciones malintencionadas, todas esas son rosas que se encienden. ¡Enciéndete Rosa porque el jardín está en todas partes, te rodea, y está contigo! ¡Rosa, no estás sola!
Lo que a algunos les parece «cosas de mujeres locas» a mi se me antojan dolores de cicatrices, mujeres doloridas y mujeres rotas, mujeres que se han quedado sin sexualidad, mujeres violadas en su intimidad, mujeres expuestas en lo más íntimo al peor de los maltratos, la ignorancia y la ceguera del peor de lo enemigos, ese que dice que quiere sanarla. Y la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, la S.E.G.O. es cómplice con sus gacetas, con sus chistes, con su consentimiento, con sus silencios. Es cómplice con sus disculpas a media asta, con sus palabras, con sus actos, con su «laissez faire-laissez passer», con sus manos delante de los ojos y con sus orejas tapadas para no ver la evidencia, para no oir los gritos y las reclamaciones. Las rosas no han salido al jardín ayer, ni hoy, las rosas llevan germinando desde hace muchos años y por eso decimos ¡BASTA YA!
Pero Rosa, seas hombre o mujer, aunque no quieran oirnos: seguiremos gritándolo a quien quiera escucharnos, porque ahora hay muchos más ojos y muchas más orejas que escuchan, que miran y observan y que se han despertado. La Revolución de las Rosas ha comenzado y no es española, va mucho más allá de la frontera.
Mi rosa y otras más:
Yo (Mercedes): No respeto de plan de parto. Inducción innecesaria porque al médico le corría prisa (era navidad), rotura de bolsa, posición tumbada, taquicardias de mi hijo aún no nato (efectos secundarios de la oxitocina sintética), sufrimiento fetal, amenaza de cesarea, epidural, amenaza de forceps (literalmente el médico me gritaba, «si en la próxima no sale te saco los forceps, pero ya»), maniobra de kristeller (por la cual aún tengo dolores en el útero después de casi 5 años), ninguneada, ignorada como tantas… BASTA YA!
Antonia (mi abuela): 75 años. Acude a ginecólogo de ambulatorio que la pone de abajo arriba porque le parece y le produce durante la citología tal dolor que sale llorando. La mujer más fuerte que conozco, ni en los peores momentos toma medicamentos, lloraba del dolor que le produjo una citología de rutina. BASTA YA!
Malika (mi querida amiga): Junto con el pack medicalizado se le realiza una episiotomía de rutina (su bebé pesaba 3,200, un bebé normal más bien pequeño). Consecuencias: incontinencia durante meses, imposibilidad de mantener relaciones sexuales sin dolor (aún hoy), tratamiento de la cicatriz durante más de 3 años. Aún suponiendo que se atreva a realizarse cirugía para «arreglar» la enorme costura y la dureza producida no tienen ninguna seguridad de que funcione. Problemas de pareja, incompresión, culpabilidad, no deseo de tener más hijos por el dolor causado… Y aún tiene que aguantar que un ginecólogo le diga que no le duele, que son imaginaciones suyas. BASTA YA!
Y podría continuar con mi familia, pero serán ellas las que despierten y se enciendan.
Para todas aquellas mujeres MALTRATADAS por dos médicos (hombre y mujer) del Ambulatorio de Peña Grande (MADRID) con las cuales me consta llenaríamos más de una habitación de rosas: Por las que ví llorando en las salas de espera, por las que lloraron en sus casas, por las que contaban su experiencia en las salas de espera a quien quisiera escuchar (muy poc@s, la mayoría prefieren ignorarlas), por las que asentían sabiendo la certeza de sus historias y contaban las suyas, por las que pusieron reclamaciones y se sintieron frustradas y solas por no ser escuchadas, por las que no lo hicieron y callaron, pero gritaron en silencio, por todas ellas, todas y cada una de ellas, y porque son muchas muchísimas más de las que ellas se creen pongo ROSAS y digo ¡BASTA YA!
ACCIÓN DE ROSAS
El miercoles 28 de Septiembre desde todos los ayuntamientos de España la primera acción de las Rosas que tendrá lugar frente a la S.E.G.O (Paseo de la Habana, 190.) en Madrid a las 18:00 horas.
Convocatoria en el Blog La Revolución de las Rosas
Yo no me lo invento.
El Parto en España, 2006. Documentos TV
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