La tortícolis congénita del lactante es una condición que se caracteriza por una contracción y/o retracción más o menos grave del músculo esternocleidomastoideo (músculo del cuello). Se manifiesta inclinando la cabeza hacia un lado y girando la barbilla hacia el lado contrario.
Hay dos tipos de tortícolis en los bebés:
1- Tortícolis muscular (en el 80% de los casos): se debe a una retracción del músculo esternocleidomastoideo y limita el rango de rotación del cuello. Este tipo de tortícolis está presente desde el nacimiento o se manifiesta en las primeras semanas de vida.
Esta tortícolis muscular está relacionada con :
- la posición en el útero de la madre (especialmente en los embarazos gemelares, con presentación de nalgas o cuando hay poco líquido amniótico)
- traumatismos durante el parto, sobre todo cuando se utilizan fórceps o ventosas.
A menudo hay lesiones asociadas a esta tortícolis muscular: malposición de los pies, asimetría de la abducción de la cadera.
2 – Tortícolis postural (en el 20% de los casos): el niño tiene una posición preferente (coloca siempre la cabeza del mismo lado, con mayor frecuencia desde los primeros días de vida) que provoca un desequilibrio muscular y una contracción muscular del lado sobreutilizado.
El diagnóstico
Para diagnosticar la tortícolis, el médico o sanitario competente realiza un examen clínico para buscar una mala posición de la cabeza y comprobar la movilidad del cuello. El diagnóstico se basa en la edad del bebé, las circunstancias de su nacimiento y los síntomas. Si hay alguna duda sobre la presencia de tortícolis, se puede solicitar una radiografía de las vértebras y de la cadera.
Comprobará también la succión del bebé para ver si es armónica y la posición al recibir el alimento.
Tortícolis y plagiocefalia: ¿cuáles son los riesgos para el bebé?
En combinación con el hecho de dormir boca arriba, la presencia de una tortícolis, ya sea muscular o postural, puede provocar una plagiocefalia, es decir, una deformación posterior del cráneo.
El hecho de tener siempre la misma posición debido a la presencia de una tortícolis es tener una predisposición a la plagiocefalia. Así, una tortícolis en el lado izquierdo provoca un aplanamiento del lado derecho del cráneo, y viceversa. La braquicefalia se produce cuando toda la parte posterior del cráneo está aplanada.
En general, las deformidades del cráneo son más graves cuando se trata de una tortícolis muscular: la frente y la cara pueden verse afectadas. A menudo es la observación de la plagiocefalia la que alerta a los padres y permite descubrir una tortícolis durante una consulta.
La prevalencia de la tortícolis y la plagiocefalia ha aumentado considerablemente en las últimas décadas. Hace veinte años, la prevalencia de la plagiocefalia era del 2%, hoy es la tercera causa de ortopedia en la infancia, y su prevalencia es del 35-40%. Como un gran número de plagiocefalias están relacionadas con la tortícolis, se puede decir que la tortícolis va en aumento.
Dormir boca arriba (recomendado para reducir el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante) es en parte responsable de esta explosión de casos. Esta posición favorece el posicionamiento de la cabeza en rotación. Pero los estudios clínicos en curso también apuntan a otras razones para el aumento de la prevalencia de la tortícolis y la plagiocefalia.
El tratamiento de la tortícolis en los bebés mediante la fisioterapia
Todos los especialistas lamentan que estas tortícolis se traten demasiado tarde, en particular las tortícolis musculares que, a diferencia de las posturales, no desaparecen por sí solas.
La tortícolis muscular se puede tratar de forma multidisciplinar, aunque en España por lo general son fisioterapeutas y en ocasiones osteópatas. Las más leves necesitarán 2-3 sesiones, otras pueden necesitar unas veinte sesiones de fisioterapia e incluso otras intervenciones.
El objetivo es recuperar la simetría muscular y articular, la alineación postural y el correcto desarrollo motor.
Si esta reeducación se lleva a cabo antes de los 3 ó 4 meses de edad, los estudios muestran resultados excelentes en casi el 100% de los casos. Sin embargo, después de 6 meses, se observa menos del 40% de buenos resultados.
Aquí te dejo algunas propuestas de ejercicios que he encontrado para estos casos:
Relajar los músculos del cuello y mejorar la movilidad cervical del bebé:
Coloca a tu hijo de espaldas a ti.
Desliza tus pulgares en sus manos y con tus otros dedos agarra las muñecas de sus manos. Acerca las manos al bebé sin levantar los hombros.
Incline a su hijo suavemente hacia su lado derecho, mantenga la posición de lado durante 7s, luego inclínelo hacia su lado izquierdo y mantenga la posición durante 7s.
Algunos terapeutas proponen repetir el ejercicio 4 veces: mañana, mediodía y noche.
Tratamiento de la tortícolis infantil mediante cirugía
Cuando se establece la retracción muscular, es necesaria la intervención quirúrgica, pero esta situación es poco frecuente. Sólo entre el 5 y el 10% de los niños con tortícolis muscular son operados.
La tortícolis no tratada o mal tratada puede provocar problemas estéticos (cabeza asimétrica) y funcionales. Los estudios retrospectivos nos muestran que estas tortícolis-plagiocefalias no tratadas dan lugar a problemas ortopédicos como la escoliosis, problemas ORL y oftalmológicos, problemas de ortodoncia e incluso problemas cognitivos y psicomotores.
De ahí la importancia de la detección y el tratamiento precoces, antes de los 3-4 meses.
Tortícolis postural y plagiocefalia: prevención
«Es fundamental prevenir la plagiocefalia cuando un bebé tiene tortícolis postural», insisten muchos especialistas.
¿La solución preventiva? Actúa sobre las posturas del bebé:
- Estimular el lado menos utilizado (estimulación sonora y visual),
- Los bebés menores de 12 meses nunca deben dormir con almohadas u otros objetos restrictivos a no ser que sean diagnosticados por un especialista.
- Utiliza una alfombra de estimulación para enseñarle a levantar la cabeza. Esto también refuerza el tono de los músculos del cuello.
- Alterne la posición de la cabeza cuando el bebé esté despierto, colóquelo boca abajo o de lado (bajo supervisión, por supuesto).
- Asegúrate de que la cabeza, el tronco y la pelvis estén bien alineados en el cojín o la hamaca,
- Dar el biberón o la alimentación en el lado opuesto a la lesión,
- Aplicar compresas calientes sobre la parte del cuello que le duele al bebé cuando intenta moverlo. (No aplique nunca bolsas o paquetes de calor directamente sobre la piel. Coloque una toallita o paño entre el calor y la piel.)
- En general se propone utilizar calor seco solo durante 20 minutos seguidos. Y compresas calientes cada tres o cuatro horas. Pregunta a tu especialista.
Si estos buenos gestos se ponen en marcha muy pronto, el desequilibrio muscular se resuelve y no aparece la plagiocefalia. Este trabajo sobre la postura del niño también es válido en el caso de la tortícolis muscular, en paralelo a la rehabilitación.
Cuidados especificos para la tortícolis durante el porteo.
Todos los especialistas coinciden en que coger al bebé en brazos y evitar hamacas, sillas de paseo, sillas de coche al tiempo estrictamente necesario, es importante para prevenir tanto la tortícolis como la plagiocefalia.
Tanto si llevas a tu bebé en brazos como en portabebé procura no realizar movimientos bruscos. En caso de hacerlos sostén tanto su zona de los hombros como la nuca.
- Lleva a tu bebé de diferentes maneras (de espaldas, de lado, tumbado sobre el antebrazo, en un fular, en un portabebés, etc.).
- Cuando lleves a tu bebé en brazos o en portabebé, sujétalo de forma que le anime a mirar en dirección contraria a su lado preferido.
- Ofrece estímulos visuales, sonoros y de manipulación, de ambos lados, poco a poco del lado afectado.
- Es probabe que el bebé tenga preferencia por un lateral. Sería ideal proponer ambos lados de porteo, sin embargo esto a veces no es tan fácil, sobre todo si estás en el inicio de la crisis de tortícolis y si aún es dolorosa.
- Ten paciencia, habla con tu bebé y aprovecha los momentos de relax.
- Trata de favorecer la posición recogida natural del bebé.
- El uso de portabebés de punto elástico puede no ser adecuado con determinado peso del bebé. El efecto rebote del tejido puede dar al bebé la sensación de inseguridad. Si es el caso, cambia a un portabebé con un tejido que contenga y sostenga mejor a tu bebé.
- El bebé aún tiene un control cefálico pobre y que bajar las escaleras bruscamente, dar un salto imprevisto, o simplemente porque el portabebé rebota pueden hacer que el bebé lo sienta como un latigazo. Avisa a tu bebé si crees que puede sorprenderle un movimiento o sostenle con antelación.
- No es necesario cubrir la cabeza para dar soporte, pero si mantener el sostén de hombros y nuca para los más pequeñitos.
- Sostenle si está dormido o muy relajado para acompañar un movimiento más brusco.
- Recuerda que además el bebé ha guardado memoria de ese dolor y como cualquiera, trata de evitar posiciones que le causan molestias. Es por eso que evita utilizar su lado aunque vaya mejorando. Habla con él y dale seguridad.
Estas técnicas preventivas pueden combinarse con la fisioterapia y la osteopatía si el niño necesita cuidados más intensivos.
Relajar los músculos del cuello y aliviar la tensión muscular
ESTOS EJERCICIOS PUEDEN SER ENSEÑADOS Y SUPERVISADOS POR TU ESPECIALISTA. NO DUDES EN CONSULTAR A UN PROFESIONAL COMPETENTE PARA REALIZARLOS CORRECTAMENTE.
Coloque a su hijo en un lado.
Con una mano, sostenga su cabeza. La otra mano abarca su hombro y lo baja gradualmente.
Mantén la posición durante 7s.
A continuación, realice el mismo movimiento en el lado opuesto.
Repite el ejercicio 4 veces: mañana, mediodía y noche.
Fuentes:
Tortícolis en Pediatría
Videos Baby-Skull
Tortícolis en Urgencias pediátricas
¡Cuéntame qué necesitas y hagámoslo realidad!


Gracias por tu visita, mi blog se alimenta de tus comentarios.