Muy a menudo me preguntan
¿Cuando puedo empezar a llevar a mi bebe en la espalda?
¿No es mi bebé muy pequeño aún?
Las respuestas son sencillas:
Llevar al bebé en la espalda con un porta bebés, es posible
¡Cuando tu quieras y te sientas preparad@!
Portear en la espalda es una cuestión de confianza propia mas que del bebe.
En Occidente tenemos un cierto temor a perder al bebe de vista, sobre todo los primeros meses. Las causas son múltiples, pero básicamente se trata de una falta de confianza en nuestros instintos y una necesidad de seguridad en lo que hacemos, que a través de la vista mas que del contacto, inicialmente va creciendo en nuestro interior.
En la practica solemos aconsejar esperar a las 3-4 semanas del bebe, pero en realidad portear a la espalda en muchas culturas desde el mismo nacimiento es bastante normal. El inconveniente durante esas primeras semanas es en realidad la frecuencia en el amamantamiento, que necesita el bebe y que se suele caracterizar por periodos cortos y frecuentes, necesarios para respetar a nuestro pequeño recién llegado con sus pequeñas fuerzas y grandes esfuerzos y poder establecer correctamente una lactancia materna exclusiva segura y prolongada.
Reforzar esa confianza en nosotros mismos no es complicado. Poco a poco y al ir conociendo a nuestro bebé nos daremos cuenta de las señales que deben mantenernos alertas y de las señales que nos deben de tranquilizar.
Para empezar, a veces es suficiente darnos cuenta, o ver y observar en otros la manera mas eficaz de hacerlo. No hay una sola manera de llevar al bebé a la espalda para ser porteado, hay muchas y muy diferentes. Utiliza en primer lugar la que te haga sentir mas seguro.
Aquí te proponemos algunas ideas:
Por otro lado Portear a la Espalda también es una cuestión de gusto y/o necesidad. Cuando hay otros niños o bebes a los que atender se hace imprescindible recuperar nuestras manos rápidamente, por lo que el porteo delante se vuelve mas incomodo y menos practico. Saber con toda seguridad que podemos ocuparnos de nuestro hijo o hijos mayores mientras al mismo tiempo nos ocupamos de nuestro bebe que esta en contacto con nosotros, no es solo un refuerzo para ese o esos niños, sino también una gran seguridad en nosotros mismos y en la gestión de nuestro tiempo, y nuestra maternidad-paternidad.
Poder realizar actividades tan mundanas y cotidianas como barrer el suelo, poner el lavavajillas, la lavadora, planchar o hacer las camas, trabajar con el ordenador, o incluso atender a los clientes de nuestro negocio… Todo un sin fin de actividades. Introducirnos de nuevo en todo lo que nos hacíamos con anterioridad a la llegada de nuestro bebe, es devolvernos simplemente la actividad sin que nuestro bebe nos «impida» dejar la mayor parte de estas actividades.
No se trata de devolvernos «independencia» sino de darnos cuenta de que nuestros bebés no paralizan nuestras vidas, simplemente las cambian maravillosamente. Descubrir hasta que punto un bebé tiene la necesidad de ser integrado en nuestra vida cotidiana sin ser el centro de ella dará al bebé no sólo seguridad y tranquilidad, sino también la cotidianeidad que ha tenido igualmente en el embarazo.
Es normal que algunos bebes desde bien chiquititos no les guste ir todo el rato pegados al pecho o sin vista al mundo exterior….mas normal cuanto mas grandes! Claro! Son bebes cotillas o bebes que crecen! Simplemente! En ese momento es bueno cambiarles a posiciones de cadera o espalda y que vean cositas desde un lugar bien protegidos! La posibilidad de refugio seguro visual, psicológica y físicamente hablando es una ventaja que apreciaremos rápidamente en un buen portabebé.
¿Cuando se hace NECESARIO el cambio?
¿Pero realmente hasta cuando puedo aguantar sin poner a mi bebé a la espalda? A partir de los 8-9 kg del bebe y si queremos seguir disfrutando del porteo, el cambio se hace necesario e imprescindible. Bien sea a la cadera o a la espalda, el cambio de posición será en cualquier caso para bien.
No debemos olvidar que ademas del volumen que representa un bebe de este tamaño, con las consiguiente limitaciones de movimientos e incluso de visibilidad, el peso del bebe recae sobre nuestro diafragma. El llevar al bebe delante nos impide a partir de cierto peso realizar actividades con normalidad, e incluso mantener una inspiración completa, por lo que rápidamente notaremos sensación de fatiga y cansancio. Un ejemplo sencillo es subir sólamente unas cortas escaleras con un bebé de cierto peso en posición ventral (delante), simplemente notaremos agotamiento y sofoco enseguida, pero este hecho será fundamentalmente porque la posición del bebé nos impide realizar una inspiración pulmonar completa y por lo tanto nuestro cuerpo reacciona en consecuencia.
Por otro lado tenemos que tener en cuenta las necesidades del bebe. A medida que va creciendo es normal que quiera ir viendo más cosas de su alrededor, observar desde un lugar seguro es la manera del ser humano de impregnarse de su propia sociedad, inmerso en ella, pero sin ser protagonista, solo observador.
Animaté e intentalo, verás que es mucho más FÁCIL de lo que parece.
En un próximo post te daremos algunos tips para ayudarte a confiar en ti.
¿Tienes muchas dudas?, cónsultanos!
¿Ya llevas a tu bebé en la espalda?
¡Cuéntales a otros lectores qué tal fueron tus primeras veces!
¡Danos ánimos!
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