Las grandes marcas de puericultura y más concretamente las de fabricación de portabebés desinforman a las madres y familias para “ayudarlas” a elegir sus productos.
Los grupos industriales que fabrican portabebés consacran importantes presupuestos a las campañas de publicidad y comunicación destinadas a “desacreditar el buen porteo”, o bien a minimizar los puntos negativos de sus propios productos.
El objetivo es el de desinformar a las madres, de vender sus productos e influenciarnos en el momento de una elección del método de porteo para nuestro recién nacido, y sugerir evidentemente su compra en detrimento de otros productos más adaptados tanto al adulto que portea como al bebé porteado.
Ausencia real de argumentos científicos
Las diferentes escuelas y asociaciones de porteo Internacionales llevan años ofreciendo información y denunciando posiciones peyorativas que se ofrecen en algunos tipos de portabebés, como por ejemplo cara al mundo, o al bebé colgando de sus genitales y sin apoyo completo en los muslos.
Dirigidos a multitud de distribuidores, vendedores de productos de porteo y público en general se envian comunicados que no son otra cosa que propaganda. En ellos se habla de los beneficios de usar un tipo de portabebé que precisamente se han negado a cambiar en los últimos años a pesar de sus condiciones negativas de porteo y que de hecho, siguen comercializandose como si nada.
Tras la publicación en 2012 del Instituto Internacional de Displasia de Cadera del artículo «Prevención displasia de cadera: asientos de coche, cargadores y otros«, no solamente estas marcas empezaron a perder clientes, sino que dichos clientes con información en la mano protestaban por sus productos en sus páginas webs y fan pages.
Millones de padres en todo el mundo se comunicaban entre ellos información valiosa
A través de diferentes vías, pero sobre todo dando a conocer otros métodos de porteo más asequibles, y fundamentalmente más adaptados NO sólo al bebé, sino al adulto que portea. Empezaron aparecer lo que hoy denominamos portabebe ERGONÓMICOS.
No fue hasta la llegada masiva de estas quejas que dichas marcas comenzaron a modificar sus modelos. No obstante en ningún momento se dejan de vender aquellos que continuaban teniendo posiciones totalmente incómodas tanto para el bebé como para el porteador. Parece que estos cambios se hacen “despacito”, para que no se noten demasiado esas modificaciones y se menoscabe la confianza que durante años los consumidores han puesto en estos productos. El daño a la marca empezaba a ser fatal…
Llevar al bebé de forma incorrecta deja mucho que desear en cuanto a la comodidad no sólo del adulto, sino del bebé principalmente. Pero además favorecen la aparición de la displasia de cadera en la población de riesgo. Es por eso que muchas marcas piden el sello del Instituto Internacional de Displasia de Cadera (IIDC).
Pero ¿qué quiere decir el sello del IIDC?
A partir de la aparición de esta información sobre la displasia de cadera y los portabebés, como os he contado, muchas marcas solicitan actualmente la inspección de sus productos por dicho Instituto Internacional verificando así su viabilidad con una de las necesidades ortopédicas de los bebés más extendidas, y dando al consumidor un referente de seguridad que hasta ahora no existía. Es decir se crea un sello de “referencia”.

Pero ¡este sello no significa gran cosa en realidad!
El Instituto Internacional de Displasia de Cadera lo único que inspecciona es que “los muslos del bebé cuenten con apoyo hasta las rodillas, y que las piernas permanezcan separadas y con apoyo mientras las caderas están en una posición más estable”.
Es decir, el IIDC no verifica que estos productos sean buenos o malos portabebés, o que estén adaptados realmente a las necesidades de los recién nacidos y bebés en cada etapa de crecimiento. Ni siquiera que estén adaptados para el adulto que portea.. que de eso se trata en realidad la ergonomía, de ambos usuarios y un producto.
Lo único que nos dice el IIDC
Es que esos productos mantienen una posición que no favorecen la aparición de la displasia de cadera en niños que puedan ser propensos a desarrollar displasia de cadera.
Sin embargo estos productos se suben al carro de las “ergonómicas” a pesar de que ni mantienen los muslos apoyados de forma segura, ni son cómodos para un porteo seguro, saludable y duradero, ni por supuesto son realmente ergonómicas.
¿Si una misma marca X tiene productos que SI mantienen esta posición de muslos con apoyo y otros productos que NO mantienen esta posición? ¿No existe una incongruencia de llamar a los dos tipos de portabebes: ergonómicos? ¿Es que los niños que no son propensos a displasia de cadera tienen menos derecho a ser bien porteados que los otros bebés que sí lo son?
Argumentaciones erróneas
Se mantienen este tipo de productos no adecuados por necesidades de los padres mal estudiadas. ¡Es cierto!: Los bebés quieren ver el mundo cuando crecen, ¡tienen curiosidad! ¿Pero a costa de qué se proponen estas posiciones?
Por qué se minimizan las consecuencias de forzar la espalda del bebé en posición ya no tumbada!! ¡ojo! ¡Qué el bebé en estos portabebés no está tumbado! ¿Sino colgando y con la espalda en posición estirada y recta?
Se manifiesta en la publicidad que a partir de 5 meses la cadera del bebé está madura, cuando en realidad no es cierto. Es a partir de mínimo 6 meses y en función de cada bebé. Es decir sigue habiendo riesgo en caso de probable displasia de cadera. La respuesta es que sus productos son tan incómodos que a partir de cierto peso su uso está realmente muy poco adaptado a los padres. Así que hay que usarlos antes!
También se dice que los bebés pasan mucho tiempo tumbados y que esto es inofensivo para la espalda del bebé. Cuando esto tiene igualmente sus connotaciones. Hoy por hoy una de las plagas ortopédicas de nuestro siglo es la plagiocefalia posicional consecuencia de la maleabilidad del cráneo infantil y del abuso de la posición tumbado. Es decir, sí hay consecuencias.
Posición cara al mundo
En estos “otros productos” que continuan siendo inadecuados se insta al uso de posiciones que ya han sido alertadas entre otros por el presidente de la Federación Alemana de Pediatria (BKVJ) Wolfram Hartmann, y del que se hizo eco a la prestigiosa revista Médica Arzte Zeitung en marzo de 2012.
“Poner a los bebés en posiciones de cara al mundo es contraproducente para la posición de la cadera aún maleable del bebe.“ Y no sólo para su cadera. En su comunicado se realza también el hecho de que un bebé puede recibir sobreexcitación mientras está colocado en esta posición. Es decir, nos están diciendo que no lo usemos y que si lo hacemos sea con precaución y muy poco.
Entonces ¿porqué lo proponen?
Según el presidente de la federación alemana de pediatría sólo los fulares o portabebés son recomendados para el bebé siempre y cuando lleven el rostro girado hacia la persona que les portea, en posición de montar a caballo y con las piernas dobladas y ligeramente separadas.
La ausencia de algunas marcas de verdaderos argumentos científicos y médicos sigue siendo un punto en común de sus explicaciones.
Las opiniones de algunos profesionales no son avales médicos
Lamentablemente hoy por hoy todos sabemos que el que ciertos profesionales opinen sobre este tipo de productos no es un garante de su beneficio ni de su buena concepción. Que una escuela de porteo con gran influencia en las redes se desmarque de todo el resto de escuelas de porteo, o que un médico a nivel personal preste su nombre para avalar este tipo de productos NO es en absoluto un garante de nada.
Es responsabilidad de los profesionales darnos información correcta y contrastada, sin embargo al obtener beneficios económicos por el hecho de recibir esos beneficios comprometen la ética de estos profesionales y por lo tanto su veracidad. Si lo hace de forma individual desdiciendo además todo lo que ha defendido hasta ese momento está vendiendo su opinión al mejor postor.
Un mercado mundial de 45 millones de euros
Y sí… seamos concretos con las cifras, el mercado de la puericultura y concretamente el de los portabebés representa aproximadamente unos 45 millones de euros, y podría aumentar a 70 millones en los próximos años. Así que sí, el mercado es muy grande y tiene mucho futuro.
Sin embargo pone en entredicho la superioridad de los métodos más tradicionales sobre aquellos no sólo más caros sino también más incómodos y menos tiempo utilizables.
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