¿Desde cuando lleva la madre humana a sus bebes en portabebés ?
¿Hemos llevado siempre en brazos?
o ¿hemos utilizado algún artefacto para ellos?.
Pues lo cierto es que ni siquiera es exclusivo de los humanos, sino que los compartimos con otras muchas especies. Los bebés tienen la expectativa de ser porteados porque se funda en una predisposición genética de nuestra historia de la evolución humana y en una significativamente larga pre-humana historia.
Desde el inicio de la evolución, en todo el globo las madres humanas y no humanas han porteado a sus bebés de manera espontánea.


Los humanos, perdimos el pelo, comenzamos a caminar en bipedestación, pero no perdimos el ingenio.
Muchos antropólogos consideran hoy en día, que la importancia de la necesidad de sostener a la cría y de continuar los autocuidados de la mejor forma posible (procurarse seguridad o alimento, huir, etc…) dio rápidamente origen a la invención de los objetos portabebés para llevar a los niños en brazos. Actualmente se considera como uno de los primeros objetos inventados por la humanidad.
¿Se encuentran restos prehistóricos? Los portabebés han sido siempre fabricados con materia orgánica por lo que tejidos o cuerdas son difíciles de encontrar y datar. Sin embargo recientemente tenemos evidencia de que en el Paleolítico ya se realizaban cuerdas y cestos.
Era totalmente necesario mantener al bebé con vida. Dejarle en el suelo o incluso a cargo de otros miembros de la tribu, no era ni es una opción para muchos animales.
Para los seres humanos, el miedo a los depredadores en el espacio rural se extiende hasta mitad del siglo XVIII, ¡Ayer!. Y en muchos países, aún es de actualidad.
A lo largo de los milenios y finalmente, como tratándose del ajuar de boda, las madres y familias preparaban no sólo las ropas del futuro bebé, sino también los instrumentos para poder cargarle en brazos. En algunas culturas tovavía hoy la abuela confecciona el portabebé para su futuro nieto/a.
Las formas de llevar a nuestros hijos han evolucionado en función de la cultura y el medio de vida en el que se desarrollaban y la sociedad. Cada una de ellas, por extraña que te parezca en ocasiones, tiene su explicación no sólo en la época, sino en las costumbres y en el lugar que ocupa geográficamente.
En Occidente encontramos pocas pruebas del uso de los portabebés
¿Pocas? quizás no tan «pocas» pruebas, pero sí aparentemente ocultas. Durante mucho tiempo se considera el portabebé como el «instrumento del pobre». También podríamos añadir la invisibilización de la maternidad real. Lo que sí hacían las mujeres.
Los modos de crianza y la falta de contacto también vienen de una percepción social
El origen del modo de transporte exógeno y con ruedas hace apenas 200 años, contribuye a esta visión que ya estaba de cierta forma instaurada asociando la carga de los bebés a las personas transhumantes o pobres, o sólo a las mujeres en una etapa de su vida. La menos medíatica.
Actualmente redescubrimos el porteo en nuestra cultura occidental moderna gracias a un mejor conocimiento biológico, biomecánico y psicológico de nuestros bebés y a una mayor necesidad de confianza en nuestra propia intuición como padres.
A lo mejor ya te has cruzado con padres o madres que llevaban a su bebé envuelto en un gran fular. Ahora ya sabes que lejos de ser un capricho o una moda, es la forma de Crianza Ancestral y anclada en nuestros genes de abordar el cuidado de nuestros hijos natural en nuestra especie.
El niño porteado tendrá:
- un mejor desarrollo corporal (desarrollo motor, equilibrio,…)
- un mejor equilirio nervioso (coordinación, sensibilidad)
- una mejor aptitud física (conciencia de si mismo, confianza, … )
- y también una mejor aptitud social (capacidad de integración, menor frustración,..)
Todo buenas cosas para su futuro…
Para los padres y otros miembros de la tribu, los beneficios no son menores.
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Llevar al bebé en brazos es natural, se llama exterogestación
Estos modo de porteo utilizados desde hace milenios en numerosas culturas tradicionales han permitido a la especie humana evolucionar y crecer durante más tiempo desde un nido seguro. Su nicho.
Todo nos indican que acompañan, enseñan y ayudan al bebé a interactuar con el mundo y con su propio cuerpo. Y no, su actividad no es exclusiva de las madres. Aunque ellas son las inventoras, ellas son el centro.
Cierto, nacemos de forma extraordinariamente prematura, y altamente capacitada para evolucionar.
Hoy sabemos de la gran importancia del máximo contacto piel con piel con el bebé. Todo ello va a permitir al ser humano prolongar ese lazo biólogico y de dependencia, y la evolución natural del bebé desde el cuerpo de la madre, en primer lugar. Y de otros adultos con posterioridad.
Podemos realizar tareas de nuestra vida cotidiana, con las manos libres, y ocupándonos a mismo tiempo de nuestro bebé junto a nosotros.
Benefiándo al bebé como cría humana a través del lugar natural al que está destinado biológicamente favoreciendo su desarrollo físico, emocional y psicológico. Y aportando a los padres: seguridad en los cuidados, señales identificatorias, conocimiento, un elemento de CONCILIACIÓN.
El pacificador
Por todo ello animamos a padres, madres y a todo aquel que lo desee a acercarse al mundo del contacto y el porteo. A seguir explorando el impacto de esta tradición ancestral no sólo desde el punto de vista médico, sino desde otras disciplinas sociales, demográficas, políticas, sanitarias y de salud mental.
Con este tablero de Pinterest te invito a hacer un viaje al corazón del porteo a través del tiempo y del espacio, sólo desliza hacia abajo:
En mi web, te propongo no sólo consejos, sino testimonios, y lecturas para disfrutar de un agradable porteo
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