¿cómo se siente el recién nacido durante el nacimiento y poco después?
Hasta los años 70s había muy poca información subjetiva acerca de cómo se siente el bebé durante el nacimiento y poco después. Por aquel momento se iniciaron lo que hoy se llaman «terapias primales», una gran cantidad de pacientes empezaron a revivir experiencias tempranas, incluyendo el primer día de vida.
No conocíamos los efectos de la separación en el recien nacido.

Muchas personas empezaron a ser capaces de describir con gran detalle aquellas experiencias que eran dolorosas y traumáticas para ellos, mostrando cómo esos factores generaban frecuentemente patrones de comportamiento de falta de adaptación que duraban toda la vida.
Uno de los traumas más dolorosos revividos por los muchos pacientes de terapia primal es el de la separación de la madre directamente después del nacimiento.
El neonato sabe instintivamente que no puede mantenerse con vida sin su madre. Se siente completamente desvalido y dependiente de ella para su supervivencia.
El bebé siente instintivamente que el ser separado de ella significa morir y no hay manera de hacerle entender que no ha sido abandonado, sino que simplemente está esperando en una cuna o incubadora y que eventualmente será llevado con su madre.

El bebé no tiene manera de interpretar lo que está pasando, o de saber si la separación y el abandono que está experimentando van a terminar.
La única manera en la que puede apagar el dolor producido por las largas horas de estar sin su madre es utilizando el dormir como defensa.
Los pacientes de terapia primal que han revivido este trauma en particular con frecuencia han sido capaces de entender el hecho de que esto se convirtió en una defensa prototípica para ellos y que continuaron utilizando el sueño como un escape siempre que la vida era demasiado intolerable.
Con frecuencia el dolor de ser dejado en la cuna a solas era experimentado físicamente al ser revivido. Por ejemplo un paciente de terapia primal dijo: » yo sentí dolor en todo mi cuerpo, porque era ahí en donde me dolía.
Necesitaba que alguien me cargara y que me hiciera saber que no me iban a dejar ahí solo hasta morir. He tratado de obtener eso de mis amantes en el presente y no es de extrañar que no pueda mantener una relación estable. Me cuelgo de la gente asustado de que me vayan a abandonar. Yo no estaba actuando como un adulto en lo absoluto, pues todavía era ese pequeño bebé adolorido y abandonado».
Otra paciente reportó como muy al principio en su terapia revivió cuando se le dejaba en la cuna, esperando en un estado de desesperación el sonido de los pasos que le traerían a su madre para que la cargara y la alimentara. Los pasos se acercaban, pero en vez de detenerse, pasaban de largo y ella sentía esa terrible soledad de nuevo y todo lo que podía hacer era gritar esperando que alguien la pudiera ver.
Después se dio cuenta de que había pasado gran parte de su vida haciendo cosas espectaculares, tratando de que la gente la viera y notara sus necesidades, temerosa de que no la vieran o de que se fueran a olvidar de ella. El sentimiento debajo de eso era «tengo que hacer que ellos me vean o me moriré».
Yo me he dado cuenta en mi propia terapia de lo insegura que siempre me sentí en mis relaciones cercanas y como sin importar que tan bien estuvieran funcionando para mí en el presente, yo siempre sentía que no durarían. Finalmente fui capaz de conectar esto a mi temprana experiencia en el hospital en el que nací. Me tuvieron en el cuidado central y me llevaban con mi madre solamente para por breves momentos para alimentarme.
Cada vez que me tomaba en sus brazos yo podía sentir que el dolor y la soledad se habían terminado por fin y ya que me estaba empezando a sentir a salvo y segura en los brazos de mi madre, me separaban de nuevo y me llevaban de regreso a los cuneros otra vez. Esta experiencia se repitió muchas veces y me dejó con el sentimiento de que «no tiene sentido acercarse a nadie porque en cuanto lo hago, me sacarán de ahí de nuevo».
El nacimiento significa un tremendo esfuerzo para el bebé y más que en ningún otro momento es en esas horas después de su nacimiento que el bebé necesita del calor y el consuelo de estar físicamente cerca de su madre.
Los sonidos familiares del latido de su corazón y de su respiración son algo que el bebé conoce y crean un sentido de continuidad entre la experiencia previa del bebé en el útero y las nuevas condiciones a las que debe adaptarse.
El contacto temprano y continuo con su madre
hará que el bebé se sienta seguro sabiendo que su madre no lo abandonará.

El recién nacido también necesita saber que la madre va a satisfacer todas sus necesidades cuando surjan. Esto significa que ella debe responder siempre que el bebé exprese sus necesidades por medio del llanto y alimentarlo siempre que esté hambriento.
La madre y el pecho de la madre son una fuente de alimento, calor y comodidad para un pequeño bebé y él necesita saber que siempre estarán ahí cuando le los necesite. Para esto se necesita que el bebé que nace en un hospital pueda tener la oportunidad de estar en la misma habitación que la madre (rooming in).
También es importante que la madre haya tenido un parto lo más libre posible de medicamentos para que esté despierta y sea capaz de cuidar a su bebé inmediatamente.
Conclusión
A pesar de que la separación de la madre y el recién nacido así como los otros procedimientos hospitalarios mencionados anteriormente no pueden ser responsabilizados completamente por la creación de traumas o neurosis más adelante en la vida, con frecuencia ponen las bases para los típicos patrones de falta de adaptación a los que se agregarán otros problemas más adelante.
Aunque la creación de estos traumas tempranos puede tomar tan solo unas cuantas horas o a lo mucho unos cuantos días, los problemas resultantes a menudo toman años de intensas y costosas terapias para resolverse.
En terapia primal se ha encontrado que puede tomar años integrar el dolor de ‘primera línea’, o sea el dolor agregado al sistema durante los primeros días de vida, así que la prevención es definitivamente mejor que tratar de curar el problema más adelante.
Durante las décadas pasadas el énfasis en el campo de la crianza de los niños había estado en gran medida en los factores que influyen en la salud física de la madre y el niño.
Por lo tanto le damos la bienvenida al surgimiento del movimiento que engloba iniciativas como :
- ‘nacimiento en casa’,
- al ‘nacimiento centrado en la familia’,
- al ‘cuidado materno canguro’
- y a los ‘hospitales amigables con los niños’
que aunque mantienen el énfasis en la seguridad y los altos niveles médicos, también consideran igualmente importante el énfasis en los factores que influyen en la salud emocional y el bienestar de la madre y el niño.
Si el ambiente del bebé es el cuerpo de la madre, volver lo antes posible a dicho ambiente y facilitarlo con la tecnología como apoyo y no cómo impedimento, ni como freno.
El contacto con la madre, padre o cuidador principal, el piel con piel como complemente y como instrumento posible y prioritario que apoya también el tipo biológico de nuestros hijos.
Reconocerlo, abre también las puertas a que sea no sólo un derecho sino un camino hacia el que dirigirnos en los Cuidados Centrados en las Familias y las Madres.
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*Para mayor información acerca del Cuidado canguro del bebé, ver el artículo: http://home.mweb.co.za/to/torngren/kmc-es.htm
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