¿Por qué los hombres tienen pezones?
¿Pueden los hombres amamantar? Seguro que cómo yo te has hecho esta pregunta alguna vez, o más de una vez. Hace algún tiempo leí este artículo y hoy te lo traduzco. Porque como bien dice, los biólogos han tenido esta particularidad como un misterio. Nunca, ningún mamífero había dado el pecho…
Hasta que un día…
Existe en África Central una población de 20.000 pigmeos. Sus hombres han sido bautizados como «los mejores papás del mundo». Los padres pasan mucho tiempo cerca de los recién nacidos. Más que en cualquier otra sociedad del mundo. Algunos llegan incluso a provocar un proceso de lactación. Para ser claros: son capaces de amamantar a sus bebés. ¿Anomalía genética? Realmente, no.
Los machos de la especie humana poseen el mismo dispositivo alimentario que las mujeres: pezones, glándulas mamarias y una hipófisis. En su obra «The Descent of Man«, Darwin se interesó mucho por esta particularidad. ¿Cómo explicar que los hombres poseen pezones y todo el dispositivo funcional, pero que sus órganos quedan «mudos», no funcionales? Darwin pensaba que en una época lejana, los mamíferos de ambos sexos podían amamantar a su progenie. Pero que los machos habían progresivamente delegado este papel a la hembra. Como consecuencia, su sistema alimentador había finalizado por volverse inactivo.
Ningún indicio (en fósiles) permite corroborar esta hipótesis. Los biólogos lo han tenido largo tiempo por una divagación. Algunos, como el ornitólogo Douglas Long afirman que «sobre los millares de especies de mamíferos, ninguna de ellas es capaz de amamantar» (Entrevistado realizada por la periodista Susan MacCarthy). «Esto es muy intrigante, pero deberíamos rendirnos a la evidencia«. Los pezones, nos contentábamos con afirmar, se tratan de un residuo de esta etapa del desarrollo embrionario correspondiente a la fase hermafrodita del feto (1). Esto era todo.
Casos documentados
En julio y en agosto de 1992, «en el bosque lluvioso de la Krau Game Reserve, en Kuala Lompat en Malasia, el zoologo canadiense Charles Francis y sus colegas hicieron un descubrimiento único, en alto grado, desconcertante«. Lo cuenta Stéphane Deligeorges, periodista en La Recherche. Atraparon una veintena de murciélagos frutívoros de Dyak, llamados igualmente Dyacópteros (Dyacopterus spadiceus). Descubrieron, con extrañeza, que los machos maduros presentaban pechos funcionales. Los pechos daban leche al presionarlos (exprimirlos). De cuatro a seis microlitros. «Mínimo, cierto, en comparación con lo extraído de los murciélagos hembras, unos 350 microlitros». Pero suficiente para hacer esperar al pequeño cuando la madre se ausenta.
Cuando este descubrimiento fue publicado, numerosos investigadores se hicieron la misma pregunta. Si el tejido mamario de los mamíferos machos es similar a los de las hembras, ¿qué les impide su funcionamiento? Todo parece señalar a algunas hormonas. En las mujeres, es la prolactina (producida fundamentalmente tras el parto) la que pone en funcionamiento la lactación. Pero en los hombres la dopamina inhibe casi sistemáticamente la producción de prolactina e impide que el circuito alimenticio funcione. Para que la lactancia de los machos pueda ser posible, sería suficiente modificar en ellos la tasa de dopamina. Ocurre, de hecho, que ciertos desórdenes en tratamientos hormonales tengan este efecto. En su artículo, Stéphane Deligeorges cita dos casos de lactogénesis masculina observados en hombre con edades de 62 y 64 años quienes, en el curso de su quimioterapia, estuvieron produciendo cantidades de leche «importantes y prolongadas«. Estos no son casos asilados.
En el sitio Momlogic, un artículo titulado The men who breastfeed «El hombre que amamanta» (13/08/2009) relata varios casos de padres que habían amamantado a su progenie. El más célebre reportado por la Agencia France Presse, y el del Sri Lankais B.Wijeratne. En 2002, perdió a su mujer que murió en el parto, dejando en el mundo una pequeña de 18 meses y un recién nacido huérfanos. Los dos niños no aceptaron beber leche de vaca. «Ellas la vomitaban cada vez que yo las alimentaba con una botella», cuenta Wijeratne. Entonces, incapaz de soportar sus llantos, les ofrecí mi pecho y me dí cuenta de que les podía alimentar.
En 2009, el estudiante sueco Ragnar Bengtsson, 26 años supo que iba a ser pronto padre. Por ello, se sometió a un sacaleches durante varios meses, con el fin de prepararse totalmente a su role de padre «modelo». «Quiero estar lo más próximo posible a mi hijo», dijo a los periodistas. «Si mi experiencia funciona, habré por lo menos probado que un padre puede el también aportar algo nutritivo, además de otras cosas, a su bebé«. Cada día, durante tres horas, ponía los embudos sobre sus pechos pero sin resultado. Ragnar Bengtsson renunció en diciembre de 2009 a sacar la leche de su pecho.
Casos «históricos»
David Livingstone, viajero y explorador, había relatado una historia similar en sus memorias (2). Hacia 1858, en Escocia, la esposa de un hombre había muerto, y había dejado un bebé varón que parecía imposible de destetar. El niño se moría de hambre. En su desesperación extrema, el hombre puso a su hijo al pecho constatando con estupor que su pecho producía leche.
Por esa misma época, el naturalista y geógrafo alemán Alexander Freiherr von Humboldt afirmaba haber visto con sus propios ojos, en América del Sur, un padre de 32 años alimentar a su hijo al pecho durante la enfermedad de su mujer. En 1896 en el libro «Anomalías y Curiosidades en Medicina», George Gould y Walter Pyle afirman que en Baltimore, un americano de 55 años se había convertido en la nodriza de su amante. El caso de los pigmeos Aka no es, pues, un caso totalmente aislado.
Opiniones científicas
Para la doctora Suzanne Gilberg-Lenz, quien dedica al fenómeno un artículo sobre ello Momlogic, « Es en efecto posible que bajo el efecto de un shock un hombre se ponga espontáneamente a producir leche, pero es raro. Muy, muy, muy raro. Nosotros tenemos, de manera instintiva, la capacidad de producir leche para salvar la vida de los bebés. Pero fuera de estos casos extremos, hace falta haber tomado medicamentos que aumenten la tasa de prolactina para que esto tenga lugar. O bien sufrir un tumor que afecte la secreción de ciertas hormonas pituitarias. He oído hablar de madres adoptivas que procedían a estimulaciones regulares del pecho, varias veces al día, con el fin de estimular en ellas el proceso de lactación. Por ello supongo que un hombre podría igualmente conseguirlo, pero incluso estimulando su pecho durante varios meses, no podría producir que unas gotas. NO para contentar al bebé»
Sigbritt Werner, profesora de endocrinología en el Instituto Karolinska de Estocolmo confirma: « Las mujeres nadan en un baño de estrógenos […] durante nueve meses antes de dar el pecho. Toma un tiempo poner en marcha el proceso. Los hombres pueden por supuesto intentarlo, pero al final no obtendrán que algunas gotas. Vale la pena? yo creo que no». (…) Con coraje, a pesar de los discursos, ciertos hombres tientan la experiencia.
Poco importa. … La verdadera cuestión es: ¿es útil que los hombres amamanten?
Los bebés saben instintivamente que el pecho no tiene solamente una función nutritiva. Cuando el papá les acuna, los recién nacidos paran a menudo de llorar. El aspecto seguro, protector, caluroso del pecho es seguramente mucho más importante que su valor alimentaria. Esta función de nidación (que los hombres comparten en igualdad con las mujeres) no debe ser desdeñada argumentando que un pecho no será bueno si no está lleno de leche.
Papel del padre en la lactancia
Ahora bien, puedan o no puedan los hombres dar el pecho a sus hijos e hijas, hay que destacar y hablar de la importancia del rol de los hombres y padres en el éxito de la lactancia materna. Su apoyo ayuda al empoderamiento de sus parejas como mujeres y como madres. Tienen un rol importante en la desestigmaticación de la lactancia en público. Igualmente, hablar de ello hace que los hombres y padres encuentren apoyo entre sí ante las situaciones en las que nos pone la sociedad actual frente a la lactancia. Estos son los objetivos de Héctor Cruz con «the Project: Breastfeeding» del que ya has visto la primera foto en la cabecera de este post. Héctor se ha propuesto dar relieve a este rol de una manera publica y comprometida.

Aquí puedes ver algunas de esas fotos, y aquí debajo el video promocional:
Project Breastfeeding Promo by Kalimana.com from Kalli Pavon on Vimeo.
En palabras de Héctor Cruz: «Empecé a educarme a mí mismo en todo lo que era posible saber y realmente empecé a ver la importancia de la lactancia materna. Los pechos de mi mujer pasaron de ser un objeto sexual a algo mucho más hermoso. Sus pechos se convirtieron en una extensión natural de sí misma para dar a mi hija los nutrientes vitales que ella necesitaba. Mis ojos se abrieron y vi los pechos como lo que realmente son, no los sobre-sexualizados objetos que nosotros como sociedad hemos creado.«
Y tú, si pudieras, ¿Lo harías? ¿y tu pareja?
Si tu respuesta es SI, ¿porque no te unes a la iniciativa y te haces una foto amamantando a tu bebe ?
¿Te unes al #ProyectoLactancia?
Notas aclaratorias
Nota 1. Hasta una cierta edad, los humanos son hermafroditas. Más concretamente: el embrión masculino y el embrión femenino son idénticos durante los dos primeros meses de su génesis y desarrollan los mismos órganos genitales. Alrededor de la séptima semana, las hormonas sexuales entran en acción y los embriones comienzan a diferenciarse. Si el feto ha recibido un cromosoma Y de su padre, una señal hormonal desencadena el desarrollo del pene y de los testículos (marcados por la cicatriz vertical de una vagina). Si no, el feto desarrolla los órganos sexuales femeninos (marcados por la ambigüedad: el clítoris es un residuo de pene). Las glándulas mamarias y los pezones -que aparecen hacia la tercera o cuarta semana de desarrollo- se quedan como están sobre el cuerpo del hombre como de la mujer. (Fuente: Straight Dope, http://www.straightdope.com/columns…)
Nota 2. David Livingstone, Travels and Researches in South Africa, New York : Harper Row (1858), p. 141. http://sexes.blogs.liberation.fr/agnes_giard/2012/04/les-hommes-aussi-peuvent-allaiter-mais.html Fuente: Liberation